sábado, 23 de febrero de 2008

Respondiendo dudas, vibradores vaginales

Lo primero de todo es distinguir entre un vibrador simple, vaginal, claro está, y algo más complejo pero más efectivo que es el vibrador de punto G.






Para el primer grupo, que es el más vendido, el más comprado, el más deseado, hay cientos de cachibaches iguales, así que si vas a decidirte por uno de ellos, elige, al menos, el que sea más mono y más divertido. Como ya hemos dicho muchas veces, los hay con programas de vibración que pueden ser tu gran salida, o con un mando (o rosca en la base) que simplemente aumentan y disminuyen la velocidad. El mejor material, sin duda, el látex. Ya que estamos aquí para enseñarte algo diferente y divertido, vamos a hablar de este chiquitín:











Razones por las que me he enamorado a primera vista de este vibrador:



-Tiene una forma no-fálica que si tu sobrino/primo/hermano/hijo encuentra no va a decir: qué es esto. Esto se aplica también a tu madre, tu padre y tu abuela.



-Mide 12 centímetros, un tamaño ideal para un vibrador, aunque muchas se empeñen en comprar los de 22. Con 12 llega a donde tiene que llegar, para qué quieres más.



-Es ab-so-lu-ta-men-te silencioso.



-Es de látex, como ya he dicho, el mejor material.



-Tiene velocidad progresiva y tres programas de vibración.



-Cuesta -en los placeres de lola- 41 euros.



-Es ¡resistente al agua!



-Y es... moníííííííísimo.





Para empezar, está genial. Eso sí, yo te recomendaría que si quieres seguir con la aventura vaginal busques también algún vibrador de punto G, que te pone más fácil la exploración y es 100% efectivo.



Como supongo que ya sabréis a estas alturas, los vibradores de punto G son todos iguales: tienen la punta curvada para que simplemente tengas que introducirlo en la vagina y ellos sólos ya se enfocan en el punto G. El caso es que como son todos más o menos iguales, se distinguen sólo por sus programas de vibración, forma y materiales (aquí es mejor silicona que látex, porque es más flexible y vas a tocar la segunda zona más delicada de tu cuerpo). Por ello, y ya que aquí intento sacar cosas nuevas, traigo este ejemplar único, el rock chick:

Cuenta la leyenda, que al acoplarse y estimular a la vez vagina, punto G, y clítoris, el orgasmo es tan intenso que no sabes de dónde te viene. Creo que con eso he dicho suficiente. Ese puntito metálico que ahí veis es una bala que va con tres pilas de botón y la puedes activar o no. Vamos, que te dejan la libertad de que te mueras de placer o simplemente tengas un orgasmo normal.

Es muy recomendable usarlo con lubricante, al ser un aparato que queda 'ajustado' durante un tiempo ilimitado. Y también se recomienda que si quieres mayores beneficios puedes usarlo a una temperatura no ambiente metiéndolo antes en la nevera o en agua caliente. ¡Pero para qué!

Precio, también en los placeres de lola, 60 euros.

2 comentarios:

Cat dijo...

Gracias!!
Me encanta el primero, el segundo me da cosilla por, digamos, particularidades de mi anatomía que no voy a relatar aquí jejeje

Oye y para cuándo ese relato tuyo que habías prometido?

Ah! Ya tengo el libro de Lucía y me encanta tu historia. Se me hace un poco raro leerlo en papel cuando es algo tan "familiar" de haberlo leído aquí, en la juguetería, y en el blog de Lucía. Pero me encanta.

Besos!

No sólo sexo dijo...

muxas gracias!

me gusta que te guste tanto el gusanito ese k a mi me ha robao el corazon y el... alma... y tb k te guste el relato,
ahora mismo iba a ponerme a subir mi texto, esta noxe una poesia k tb me han mandado, y uno tuyo k tengo x ahi x publicar