sábado, 8 de diciembre de 2007

He vuelto.

Bien, pido perdón, pero estoy hasta arriba de curro en el Sexshop -ya está abierto, C/ Piles nº 17, tenemos una luz azul que se ve en toda la calle y alrededores así que no tenéis perdida, allí os espero- y además dando los últimos machetazos a la novela revanchista.

Pues actualizo para preguntaros si habéis comprado alguna vez la revista Sexologies. Vengo a recomendarla por los regalos (este mes una esponja vibradora, el mes pasado un conejito vibrador) pero a parte me he pasado por la pagina:

http://www.sexologies.es/


Y parece que promete.

Me la compro esta tarde cuando me vaya de compras navideñas a comprar un móvil que el mio se ha vuelto también bipolar, y os cuento. Y si hay algo remarcable, lo posteo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Relato Begoña

Estaban en la habitación nº 13 de una pensión céntrica, acababan de llegar a la ciudad que aún estaba dormida, y se habían tumbado en la cama, una al lado de la otra, mirando los dibujos de la tele, mientras hacían tiempo para salir a recorrer la ciudad.
Le gustaba como recorría sus manos con su dedo índice, cómo si las estuviera dibujando, apenas se conocían, era la segunda vez que se veían, pero habían conectado en el mismo momento en que se encontraron, hacía tan solo una semana, la miró a los ojos, le gustaba esa mirada irreverente, propia de la juventud, y buscó en ellos el reconocimiento del deseo, le dio un beso suave en la boca, y ella comenzó a dibujar círculos en su estomago y poco a poco la forma de sus costillas y su pecho, la atrajo hacía ella, acariciando la curva de sus caderas, su espalda, y la beso con pasión ya sin contener, ella buscaba sus pechos bajo la camiseta, y se enredaron en un mar de caricias, que buscaban reconocer ese cuerpo deseado, se despojaron de las camisetas dejando sus pechos al descubierto y comenzó a besarlos lentamente, jugando con su lengua en su pezón erecto, bajo beso a beso hasta su ombligo, sus dedos buscaban el botón del pantalón, los desabrocho, y poco a poco la despojo de sus pantalones, se quitó los suyos mientras admiraba su blanco cuerpo tumbado en la cama, esperándola, acarició sus muslos, beso su tobillos, y ascendió beso a beso, hasta su sexo, abierto cómo una flor, lo beso y jugo con su lengua por sus labios húmedos, noto cómo se estremecía en un gemido mudo, ella la cogió de la cabeza arrastrándola hasta su boca, sus manos buscaron al unísono el sexo de la otra, y comenzaron un baile rítmico, notaba sus uñas clavándose en su espalda, su boca mordiendo sus hombros ahogando un gemido de placer, se tensaron sus músculos en un último grito de placer, la puerta se abrió y tan sólo tuvieron tiempo de ver una mano que se tapaba la boca, mientras con la otra sujetaba las toallas limpias, con el ruido de la puerta al cerrarse estallarón en una carcajada, -coño que yo soy la que he dejado el carnet- dijo ella azorada, - no te preocupes si deben de estar acostumbradas- contestó aún riendose.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Relato de Cati.

Si me llamas...

Entre las luces y las conversaciones, unos labios se acercaban a un cuello hablando a gritos. Su mano rozaba la de él, el olor a frutas se mezclaba con el olor a madera y expectación.

“Llévame contigo”

El vello erizado se enfrentaba a la mirada segura de unos ojos verdes que lo absorbían todo. La cogió de la mano mientras ella, con la otra, cogía su bolso y decía adiós a sus amigas. Gritó por encima de la música “nos vemos mañana!” con la sonrisa en los ojos, esos ojos verdes.

Del camino casi no les quedaba recuerdo: un taxi, unas manos que buscaban la piel, unos labios que recorrían un cuello con timidez, una risa ahogada, dos cuerpos encontrándose por primera vez.

De repente todo estalló. Los labios de él buscaban los de ella, los de ella atacaban con fiereza. Las lenguas se encontraban, los dientes mordían con fuerza, los gemidos se apagaban en la garganta mientras la pasión les guiaba. Ella, sabiéndolo inseguro, alzó las manos sobre la cabeza exponiendo la curva de sus senos. Él miraba con los ojos sedientos y las manos aún asustadas. Ella se arqueó contra él, atrapando sus caderas con las manos, apretándolo contra su cuerpo.

Él comprendió: tenía permiso. Sus manos volaron veloces sobre su cuerpo, buscando cada rincón, escuchando los ritmos agitados de sus deseos. Los botones de su blusa se desabrocharon y sus manos cálidas se amoldaron perfectamente a esos senos atrapados por el encaje, los pezones erectos. Los frotó con la palma de una mano mientras la otra palpaba sus caderas, su estómago, la cinturilla del pantalón.

Ella tampoco perdía el tiempo. Notaba su erección, notaba la excitación con la que esas manos buscaban los secretos de su cuerpo. Se movía con la cadencia del deseo más profundo, se arqueaba, gemía, besaba, mordía, lamía, acariciaba todo cuanto estaba a su alcance con fruición.

De repente un silencio. El ascensor se había parado y había una cara frente al cristal.

Ella, con sus ojos de gata, abrió la puerta y pasó junto al desconocido sonriendo, preguntando “¿cuál es tu puerta?”

“La del fondo...”

El desconocido observaba asombrado. Ella, con la blusa abierta y una sonrisa.
Él, con el pelo revuelto y la respiración entrecortada.

Abrió la puerta y entraron.

“Es mi compañero de piso”
“mmmm...”

Ella le arrinconó. Le levantó la camiseta y recorrió con la lengua cada contorno de su pecho, sus pezones, su ombligo. La curva de su estómago, ni grande ni pequeña. El borde del cinturón. Levantó la vista buscando sus ojos: los tenía cerrados y suspiraba.

“Está escuchando tras la puerta, lo sabes, ¿verdad?”

Él abrió los ojos y la llevó a su habitación entre besos y abrazos.

Se cerró la puerta y se bebieron con la mirada. Él la abrazó mientras olía su pelo. Ella lo entendió: sin prisas. Con cuidado, con cariño. Fragmentos de la conversación se colaron entre la ropa. Los dos heridos, los dos buscando... “despacio, pues”.

Ella le quitó la ropa. Despacio, admirando cada contorno, besando cada músculo. Descubrió su pene, chato y grueso, y lo acunó en sus manos. Lo olió, lo rozó con la lengua, lo besó. Él la detuvo, la abrazó y se enredó con ella en la cama, cubriéndola de caricias, descubriendo sus intimidades. El vello corto, la cicatriz en su estómago, la curva de sus caderas. Lamiendo cada hueco con cuidado, besando cada protuberancia, mordiendo hombros, cuello, muñecas.

Se fundieron con el ritmo del deseo. Él en ella, ella en él, él suspirando, ella gimiendo. Él sobre ella y ella sobre él... despacio y deprisa, aprovechando cada segundo.

Despertó a mediodía, con el olor a frutas aún en su almohada.

Ella se había ido, dejándole sólo ese olor... Y una nota en la puerta.

“Si me llamas esta noche te susurraré al oído lo que quieras”

Y un número.
Tomó la nota y volvió a la cama, a ese olor, con una sonrisa en los labios.

Relato de Jesús

Había pasado como cien mil veces por delante de esa puerta con mis amigos, y había vuelto tambaleándome y apoyado en su puerta para lograr abrir la de mi casa.
La había visto cientos de veces asomada al balcón, mientras yo salía a evadirme del humo de casa, por dios el primer porro es gracioso pero más de diez entre unos cuantos es un suicidio neuronal!
A cada leve sonrisa suya sólo obtenía un pobre arqueo de cejas por mi parte...
Así que aquella tarde de octubre, con aquel calor que ni invitaba a la playa ni al jersey me extrañaba estar hablando con ella, terraza con terraza como hablaba mi madre con las vecinas en el pueblo.
Que pasó para... Ah si, Algo referido al muñeco manga que adornaba la mesa de su terraza, una pregunta estúpida y excesivamente curiosa, una respuesta inteligente por su parte y así se entrelazan dos historias, Dolors era ingeniera de una famosa multinacional de la zona, yo mismo estuve unos meses en montaje y... no la vi por allí, es igual.
Tenía los hombros y el escote pecosos, el pelo rojo, unos treinta y diez años, y hablaba sin cesar.
-No llevas anillo de... ups pregunta idiota, lo siento.
-Estoy separada, me dijo, no pasa nada, mira mis manos o ¿no me crees?
Tomé su mano, y cerré todos los dedos menos el anular, me lo metí en la boca y le pasee la lengua a lo largo de todo su recorrido.
-Es verdad, le dije, no sabe a oro.
-Ven a casa, creo que deberíamos buscarlo...
La abracé con demasiada ansiedad al entrar en la casa, como pensando que tenía que aprovechar antes de su arrepentimiento; pero sus ojos me dejaron clavado a ella, se podían ver el oleaje del mar cortado por el cielo del horizonte, se podía adivinar un atardecer mediterráneo en aquel paraje de calma.
Como pequeños soldados bajaron mis dedos arrastrando las yemas sobre su espalda, besos húmedos sobre su cuello hasta que cuando dejé libres sus senos oí su susurro de placer junto a mi oído; Tenía unas curvas maravillosas de mujer, curvas que se sucedían desde sus caderas a sus pechos; Con su pelo rojo tapándole medio rostro, la respiración agitada y sintiendo electricidad a través de mi espalda; lamí con deseo desde sus pies, pequeños, con una tobillera de oro y dedos perfectamente alineados, se los mordisquee suavemente, besé sus muslos y a medio camino de sus pechos besaba su estomago hasta que apresé sus pechos con ambas manos y haciendo una espiral interminable de placer le besé, lamí los pechos hasta llegar al mismo pezón elevado y duro esperando mi lengua.
Tenía el vello rojo, nos estábamos enroscando, tragándonos nuestros sabores y saboreándonos el uno al otro; estallé de placer muy rápido, esto no era una película perfecta, y entre risas y lo siento, jugamos con nuestros cuerpos, nos besábamos extasiados hasta que sus manos acogieron de nuevo al invitado que antes se nos había ido demasiado rápido, en un instante estaba encima de mí moviendo su larga melena, meciendo sus senos merced al oleaje de nuestro placer.
Teníamos nuestro deseo húmedo, la mente evadida y mojados los cuerpos.
El día se fue, y con el sol esfumándose por aquel ventanal con mi dedo paseándose sobre sus caderas y sus pechos.
En la terraza, desnudos sobre la hamaca con el edredón sobre nuestros hombros el día acabó de irse.
-¿Cómo me dijiste que se llamaba el muñequito de la mesa?, Le pregunté mientras le tocaba el pelo.
-No lo sé, nunca me lo ha dicho.
Y se durmió.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Fragmento de Carta para un sobre en blanco -que aún esta por acabar-

La primera vez que Paula estuvo en su casa también tropezó y se estrelló con la manilla de la puerta haciéndose un cardenal en la barriga que tendría que disimular con mentiras en la cama de Rubén. Una vez dentro, Paula se sentó en el sofá del salón y Sara se zafó de la chaqueta con dos movimientos para abalanzarse sobre ella como una fiera hambrienta, pero se encontró con unos labios que le pidieron que no se arriesgara a que las pillara su madre cuando volviera del trabajo. Y les pasó la lengua despacito por encima, hasta que encontró otra con la que enzarzarse sin resistencia. Y una boca que se alejaba por momentos, aumentando el deseo y provocando pellizcos y agarrones más propios de una lucha que de una escena sexual perfectamente dibujada. Era la segunda vez que jugaban a encontrarse en el mismo espacio, en los mismos centímetros de piel, y las manos correteaban peligrosamente cerca de zonas prohibidas hasta ahora.
Paula rodeó el cuello de Sara con sus brazos, y su espalda con sus piernas. Ella se limitó a clavar los dientes en su cuello y las uñas en sus muslos, en los que estorbaba cada vez más un ajustado pantalón vaquero. Se incorporó un segundo recuperando la conciencia perdida por la pasión y le susurró: esto está mal. La otra la agarró fuerte por la hebilla del cinturón y le dijo muy mal mientras la desabrochaba. Muy, muy mal. Su pelo rubio ondeaba encima del cojín negro que les servía de almohada, moviéndose y revolviéndose con cada giro que daba su cabeza en pos de los besos desenfrenados. Los ojos abriéndose y hablando con un lenguaje callado que las dos entendían a la perfección. Sus ojos, esos ojos verdes que Sara no podía olvidar –ni quería-. Los mismos que se cerraban con cada tímido gemido ahogado por los nervios y la falta de confianza en una casa en la que podía entrar cualquiera y encontrarlas enroscadas sobre el sofá, con la ropa tendida en el suelo hecha una maraña de trapo que no servía en ese momento para nada que no fuera entorpecer el paso al placer, a los pulgares que trazaban círculos por debajo de sus ombligos. Sara acabó de desnudar a Paula del todo y tembló. La cogió por la cintura y la acercó más a su pelvis. Ella se dejó hacer, y acompañó el movimiento de sus manos frías con el calor y la humedad de su entrepierna, fundiéndose en un todo. Se agachó para acercarse a la oreja de Paula y susurrarle muy flojito: “Esto esta muy mal, Paula”. Y se rompió el silencio con un gemido y un “esto esta jodidamente bien, así que no pares” que la encendió por completo. Comenzó a pasar la lengua por el lóbulo de su oreja, bajando hacia el cuello. Enganchó sus pezones entre la lengua y los dientes y le dio tiempo a ver que el cojín había pasado de estar bajo el pelo de Paula a estar en su boca, estrujado fuertemente por sus manos. Sus dedos, mientras tanto, seguían a la caza del punto que la hiciera perder la calma, penetrándola suavemente, con delicadeza, con calma, como si tuvieran todo el tiempo del mundo para ellas solas en aquel sofá. Volvió a incorporarse y lanzó con la mano que le quedaba libre el cojín lo más lejos que pudo. Se quedó unos segundos quieta, contemplando el rostro de Paula como nunca antes lo había visto y quiso grabar esa imagen para siempre en su retina. Se sirvió de su propio cuerpo para embestirla con suavidad una vez más, y otra, y otra.
Paula selló con un arañazo en la espalda de Sara el escalofrío que recorrió su cuerpo y el estallido de calor que le siguió. Ella la mordió en el hombro, en un gesto mitad espasmo mitad rabia de saber que aquellos arañazos no serían sólo suyos por mucho tiempo. Se quedaron así, entre caricias y besos unos segundos más. Y entonces Paula se echó a reír:
-Se me ha dormido el pie.
-¿Sí? ¡Qué dices! ¿Hace cuánto?
-Un rato... hacía mucho que no me pasaba... ¿No me vas a dar un masajín...?
Sara se incorporó y la vio completamente desnuda por primera vez La piel pálida, fina, sensible, cubriendo los senos, el ombligo, las ingles. Se detuvo a pasar la yema de sus dedos por cada lunar que encontraba, como quien une los puntos para formar un dibujo. El dibujo de una maja desnuda. El dibujo del placer hecho carne en sus propias manos. Después de recrearse como un alfarero definiendo los contornos de su obra maestra, llegó al pie y lo besó. Se puso de rodillas frente a él y comenzó a tocarlo con suavidad, mientas Paula se retorcía por las cosquillas y por la excitación. Le dijo todo lo que pensaba de ese momento, de ella. Que hacía mucho tiempo que no disfrutaba del sexo tanto. Que hacía mucho, muchísimo tiempo que no encontraba a nadie como ella. Nadie que le despertara tanto apetito, tanta sed. Y Paula retiró el pie bruscamente, tanto que Sara volvió a caer sobre ella con los antebrazos totalmente estirados, a un palmo de su nariz. Y le murmuró: Quiero pasarme el resto de mi vida en este sofá contigo. Pero Paula le cerró la boca con un beso, y nunca más volvieron a hablar de eternidad.

Contestando a comentarios

El vibrador de uña es un aparato chiquitin que se pone en el dedo como si fuera una funda. Se llama de uña porque (aunque hay muchos tamaños) el normal no llega casi a la segunda falange.Lleva un par de pilas de boton y tiene una vibración uniforme, pero que da igual, porque la intensidad se la das tú apretando con más o menos fuerza en el clítoris.El precio va de los 20 a los 30 euros, no es muy caro.Desventajas: la pila dura poco.Ventajas: es comodísimo, discretísimo, bastante barato, y, lo más importante, garantiza el orgasmo.



A los que venís desde la blog de Lucía buscando el post sobre porno, está más abajo, 'Porno: géneros y subgéneros'. Y agradecería que si vais a hacer algo de caso al post y alquilais (bajais) algún título fuera Female Fantasies de Petra Joy, que yo no la encuentro por ningún sitio, y así me comentais si es buena o no para recomendarla o tacharla de la lista.


¡Y a ver si mandais relatos que solo hay dos y quiero colgarlos todos juntos!

viernes, 16 de noviembre de 2007

A colaborar se ha dicho.

Bueno, pequeñuelos.
Lamento una vez más la ausencia indeterminada. Al Sexshop de Gijón le quedan aún un par de días de obra (esperamos). Al final, todo muy psicodélico: paredes negras, esquinas verde fosforito, luz azul...
En la entrada teneis, nada mas abrir los ojos, la vitrina con lubricantes y anillos que, al parecer, es lo que más os interesa. Qué poco arriesgados sois. Y bueno, las cabinas ya funcionan y todo, así que este lunes, los que quieran, quizá puedan probarlas.

Vamos con los resultados de la encuesta sobre qué utilizarías para innovar en tus relaciones sexuales:

Pornografia
8 (42%)

Aceites y lubricantes
13 (68%)

Anillos para el pene
13 (68%)

Vibradores
9 (47%)

Literatura erotica
7 (36%)


A los 7 que habéis votado por la literatura erótica os quiero ver abriendo el word. Próximamente, y tras leer en la blog de Lucía que a las mujeres sí que nos da cosa escribir sobre sexo, vamos a empezar a calentar el ambiente. Quien quiera ir mandando algún cuento erótico, o alguna escena que haya leído o que haya escrito, puede empezar:

a.menendezfaya@hotmail.com

martes, 13 de noviembre de 2007

Actualizo sólo para disculparme por no haber escrito en estos días, pero estamos hasta arriba de trabajo para intentar abrir este fin de semana. Por supuesto, los que puedan estan invitados a la inauguración, pero no espereis ni vino español ni vibradores de regalo, pillines.
Mientras hago un hueco para escribir, podeis sugerir temas de debate, de explicación o de encuesta.

Un saludo, volveré lo antes posible.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Despedidas de soltero

A petición de ariom, vamos a hablar de una despedida de soltero, algo que puede parecer muy fácil de organizar, pero siempre se acaba perdiendo dinero por alguna parte, cuando no te llevas un disgusto porque las cosas no salen como esperas.
Para empezar, organizar una despedida sale rentable si sois más de 10, y si no lo sois, ya estás invitando a más gente. Piensa que cuantos más seais, menos tenéis que pagar, y por supuesto, mejor lo pasareis. Se puede invitar hasta al padre del novio, que yo ya he tenido madres y abuelas con pollas en la cabeza rondando por la tienda.
Lo más básico, en una despedida de soltero, son las chapas. Los tios sois más cerrados a la hora de poneros bandas y sombreros, y lo más discreto -sobre todo a la hora de entrar en pubs y bares, que pueden poneros mala cara- son las chapas. Suelen rondar los 3-4 euros, pongámosle cuatro para redondear el presupuesto.
Partimos de la base, por cierto, de que cada uno paga lo suyo, y vamos a suponer que sois 10 y tenéis un presupuesto medio (hasta 5o euros cada uno).
Para organizar la cena, podeis buscar algun sitio en el que os busquen el espectáculo erótico -si queréis, que querréis- y os incluyan el precio en la cena. Pero si por el contrario preferís buscarlo vosotros, os aconsejaria ver antes a la chica. Me explico: anuncios y demas, no son nada fiables. Os lo dice alguien que se quedó con el culo al aire cuando dos putas contratadas para un show lesbico decidieron no aparecer -las streepers más baratas no son streepers, logicamente, son putas-.
Una streeper buena puede salir por unos 200 euros, tocais a 20 cada uno. Si queréis ahorraros un pastón, podeis buscar una puta que sea mona y sepa bailar, la diferencia es muchísima, claro está, pero os puede salir por la mitad, y si estais jodidos de pasta, no es una mala solución.
Bueno, recapitulemos, de momento teneis todos la chapa y la streeper contratada y os habeis gastado 23 euros. Si redondeamos a 30, teneis 7 euros cada uno para el homenajeado, 70 euros.
Con 70 euros le podeis comprar un disfraz tranquilamente. El más recurrido: de bombero o de torero. O de bombero torero, si se tercia. Pero mi favorito, por cómo queda, es vestirlo de novia. Es el cantazo perfecto, porque destaca que es una despedida de soltero -aunque con otro disfraz también- y a vosotros no os hace falta ir conjuntados. Una chapita de "se casa" con el nombre de cada uno os basta.
El disfraz ronda los 50-60 euros, y os quedan 10 que podeis gastar en condones baratos para regalarselos, o, que va a ser lo que pase al final, hincharlos por la calle. Con 10 euros os da perfectamente para unos 40 condones de doncondon.
Os habéis gastado 30 euros y solo os queda por pagar la cena. En algún bar tranquilo, en el que os teneis que asegurar que os dejan llevar a la streeper, si cenais de tapeo, no os tiene que salir por más de 15 euros cada uno. ¿150 euros una cena de tapeo? Es muchísimo, sí, pero sois 11, -10 y él- y vais a beber como cosacos. Incluso nos podríamos ir a los 200, pero partamos de los 150. Habéis pagado 45 euros por toda la despedida, y os quedan 5 para comprarle un regalo chulo, y por favor, no vayais a un bazar chino, no me seais horteras.

Resultados de la encuesta de la semana pasada

¿Crees que masturbarse teniendo pareja es una infidelidad?

Sí, siempre y en cualquier caso.
1 (2%)

No, es algo irreal.
31 (86%)

Sí, en caso de que lo hagas pensando en alguien que conoces.
4 (11%)

NS/NC
0 (0%)

Votos hasta el momento: 36
Encuesta cerrada


¡Muchas gracias por participar!

lunes, 5 de noviembre de 2007

Post de Mantenimiento.

¿Os habéis olvidado de la encuesta? Mañana es el último día para votar, y después, hablaremos de los resultados, que por ahí ya levantan comentarios.

También deciros, que, como pasó con el último post, cualquier cosa que querais preguntar, o de la que quisierais más información -yo qué sé, que tienes un cumpleaños o una despedida y quieres saber qué es lo más típico, o lo menos para sorprender, o que vas a tener una noche 'que pa' qué' y quieres saber con qué la puedes acompañar- no teneis más que preguntarlo en un comment y yo me comprometo a hacer un post.

También podéis sugerir temas para la encuesta, porque aunque el próximo ya lo teníamos claro, prefiero hacerlo debate:

¿Por qué a las mujeres les (nos) cuesta tanto admitir que se masturban?

sábado, 3 de noviembre de 2007

Bondage, por petición de E/23.

Aclaro antes de nada que escribo este post mientras veo a Eva Arguiñano, y que mis instintos SM salen a la luz, así que quizá no quede un post muy light. Lo intentaré.

El primer objetivo del bondage, es inmovilizar a la otra persona para convertirla en sumisa, rozando la línea que separa esta relación amo-sumisa (o ama-sumiso, claro está) en una relacion BDSM. Para practicar BD real -entendido como un arte que utiliza diversos nudos y formas de atar con cuerdas o cadenas al otro para hacer lo que se te antoje- necesitas una practica que yo, dificilmente, puedo explicarte en un post, sobre todo, porque no he tenido sesiones BD o BDSM, y lo que conozco de ellas es por películas, documentales, y por supuesto por el material del que dispongo en la tienda. Sólo te diré que si quieres informarte sobre una relación Bondage debes acudir a un amo que de verdad sepa lo que hace, y no andar con juegosy que se pueden convertir en algo muy complicado para alguien que sólo pretende divertirse. El Bondage se basa en la necesidad de un amo y una sumisa (o viceversa), y por tanto, en una persona que confie y una responsable, y para ello, esta persona responsable tiene que saber lo que se trae entre manos. Si por jugar, intentas emular alguna escena vista en películas, o de esta información desbordante de internet, y te lanzas a usar cordajes, es más que probable que los hagas mal, puesto que, como ya te he dicho antes, requiere muchísima experiencia. Un simple nudo mal hecho puede provocar un daño excesivo, y ya no hablamos de una cuerda mal colocada, por ejemplo, a la altura del cuello.
Como te decía en el comentario, para ver alguna película de este estilo, es mejor que acudas al hentai, teniendo en cuenta que lo que puedas ver es más fantasía que realidad. Y si quieres ver alguna escena real de Bondage, busca algo de Jena Jameson, en especial escenas lésbicas.

Sin embargo, todos hemos jugado a un bondage soft que nada tiene que ver con el profesional: esposas, cuerdas en las muñecas, etc. y me supongo que es ese, el eternamente atractivo, por el que me preguntas.

El sexo es un juego, y una de las mejores formas de jugar, es teniendo el control sobre el otro. Lo más sencillo que te puedo recomendar, son las esposas, y naturalmente, las esposas de manos y pies para convertirte o convertirle en un esclavo. Yo, personalmente, llevo mucho tiempo queriendo probar un inmovilizador de manos y pies para puertas que podeis encontrar en amantis y que te permite total libertad a la hora de hacer lo que quieras.
Con esta inmovilización simple, lo que puedes combinar es algo de spanking -azotes suaves, tal vez con una fusta, o un látigo pequeño- juegos con vibradores (ya, es muy dificil que un tio entre al juego con vibradores para él, pero no te olvides que es algo mutuo y tú también pasaras por los amarres) y tal vez polvos o geles de sabores, llevando tú la iniciativa de dónde los pones y donde los quitas.
Son juegos sencillos, que no necesitan más que un par de utensilios y la creatividad que tú tengas. Te repito que huyas de los cordajes si no tienes experiencia en el tema, más que nada, porque si atas a alguien con cuerdas a la pata de una cama, por ejemplo, y después no sabes como desatarlo, -y la cuerda es muy fuerte y no la puedes romper con tijeras- vas a tener objeto decorativo para mucho tiempo.


De aquí, a las escenas BDSM más light en las que encontramos esclavos a cuatro patas para que amas se sienten en su espalda, o limpiándoles las botas con la lengua, solo hay un paso, y te aseguro que es tanto o más adictivo para uno y para el otro. Si te lanzas a probar el Bondage, hazlo bien, y lánzate también a las técnicas de sumisión absoluta.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Porno: géneros y subgéneros.

Si hay algo que mueve dinero en este mundo, es el sexo. En todas sus variedades, por supuesto, no sólo se habla de sexo cuando se habla de prostitución. En cuanto a los Sexshops, lo que más dinero produce es el porno: alquileres, cambios, cabinas, salas X, peep shows... Un Sexshop sin varias de estas opciones esta inevitablemente cojo, y pierde un 80% de ganancias.
En cuanto a alquileres, la oferta tiene que ser variada, porque en la variedad está el gusto, dicen, y en cuestión de sexo, el gusto es algo que no es necesario comprender, ni falta que hace, porque a veces lo más asqueroso para ti puede ser lo más excitante para otro. Ejemplo: películas especiales.
Lo más normal de las películas especiales son las películas de transexuales, generalmente brasileñas y sin ningún tipo de argumento. Son, a su vez, las más reclamadas para ver en Sala X y las menos vistas en cabinas -el cliente que consume este tipo de película suele ser bisexual, y por tanto, prefiere verla en compañía de otros hombres-. Una vez eliminado el genero transexual, nos queda el resto de películas especiales: zoofilia, gerontofilia, lluvia dorada -y lo que no es lluvia dorada también-, enanos, monjas, embarazadas... una inacabable lista que, a una mayoría del público puede parecerle repugnante, y a otra minoría, pero muy numerosa, le produce un morbo y una excitación indescriptibles.
A partir de ahí, el género se divide en dos: hetero y gay. Casualmente, el género lésbico se incluye en el hetero, porque el público femenino, en cuanto a alquileres, se centra más en el manga o en películas eróticas, y aunque sea una cliente lesbiana, no consumirá porno lésbico, lleno de fantasías y toques masculinos. En el hetero, a parte de lo comentado, hay que distinguir el porno normalmente machista y sin argumento (sobre todo la mítica IFG), hecho en un tono generalista que pretende, más bien, la eyaculación fácil, y las películas americanas de nueva creación, hechas a partir de un tono erótico, con argumento, unos planos más amplios, diferentes a los primeros planos tradicionales, y una escena mucho más cuidada. Esto se debe al filón que presenta el público femenino, y la necesidad de cambiar toda la escenografía del porno tradicional, con gemidos claramente falsos, primeros planos de corridas faciales, etc por una música suave de fondo, generalmente jazz, y una orientación pseudo-amateur que incluya a las mujeres en la escena sin violentarlas.
Quien mejor expresa este nuevo movimiento es el estudio norteamericano Digital Playground, presidido por Samantha Lewis y fundado, entre otros, por el director de porno Joone, que ha conseguido en los últimos años llevarse de largo a la crítica y al público con producciones carísimas, impensables hasta hace poco para una película porno. Le avalan, por supuesto, los premios AVN que ha conseguido con series de películas como Island Fever -que va por su cuarta entrega- y Virtual Sex, con la que reinventa el porno, incluyendo al espectador en la escena mediante los controles del DVD, dirigiendo la escena como si practicara sexo real con la actriz porno. Recomiendo, de esta serie, Virtual Sex with Teagan Presley, pero no por nada, sino porque es mi actriz favorita de este momento, junto a Jesse Jane, pero creo que no tiene aún DVD editado, aunque el más vendido es, por supuesto y no podía ser de otra forma, Virtual Sex with Jena Jamesson.
Volvamos a los subgéneros hetero: jovencitas, maduras, porno internacional, y porno nacional, que es más bien, porno traducido al español, porque de la criva, se pueden salvar algunas producciones de Max Cortés, Toni Ribas, y, por supuesto, el niño mimado del porno mundial -y de Rocco Sifredi-: Nacho Vidal.
En cuanto a porno gay, la distinción es clara: porno gay de muchachos jóvenes, porno gay de muchachos jóvenes y "osos" encuerados, y porno gay, unica y exclusivamente, de "osos". Éste último, destaca por las prácticas bondage, más que por otra cosa, porque el aspecto de los actores lo pide a gritos.
Dejamos el Sado como un género aparte, porque, aunque puede enmarcarse única y exclusivamente en el porno hetero, el Sado, bien entendido, es un arte único y merece, por tanto, un género único para enmarcarlo. Diferenciando Bondage y SM, las películas de bondage pasan por ser meras películas hetero a las que se les incluye un tratamiento un poco más duro, pero que no llegan a ser Sado por sus prácticas light, ya que, a duras penas, incluyen algo de spanking -azotes-, alguna vela, y si acaso, alguna cuerda y látigos.
El Sado es otra cosa. Las carátulas asustan por su crudeza: pechos agujereados por jeringuillas, pinzas pellizcando partes nobles tanto de hombres como de mujeres, mujeres atadas en potros y penetradas con estacas, etc. Puestas en el DVD, aparecen actores y actrices que controlan perfectamente cada acción y cada reacción, y que, desde luego, difieren mucho de los Evan Stone y Janine que puedes encontrar en cualquier película hetero que simule una escena sado.

En fin, Pilarín, que quería hacer un post cortito y me ha quedado un Quijote:
Recomendación para hoy para mujerzuelas y jóvenes mozalbetes: Id a vuestro videoclub más cercano, y sino, que os conozco, abrid el e-Mule, y buscad alguna película de nueva producción, a poder ser, de Digital Playground, que ya que os recomiendo porno, vamos a recomendar porno bueno. ¿Mi sugerencia? Por supuesto, y no podía ser de otra forma, Pirates. ¿Si no la encontrais? Island Fever 4. ¿Que tampoco? Ya me parecería raro, pero alguna del estilo Posh Kitten -la 2 no, por favor, es simplona simplona.
Y si os atreveis con alguna producción española, que suelen ser malillas pero por supuesto las hay que se salvan, buscad las premiadas del Ninfa de este año "Ibiza Sex Party" de Toni Ribas -alias, el vecino de Marta- Gosth Sex, o Female Fantasies de Petra Joy y me contais que tal están, que aun no las he visto, pero la última dicen que es bastante suavecilla tirando a erótica, así que si alguna la quiere ver y reportajearmela, hecho.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Bolas Chinas



Hablaremos aquí de las bolas chinas más básicas, aunque, como en todo este mundo, las innovaciones y las modas generan cientos de tipos nuevos, que ya trataremos algún otro día.


Como casi todo el mundo sabe, las bolas chinas son unas bolas de metal, látex o silicona que van unidas por una cuerda que acaba en un lazo. Las vaginales, son dos, y tienen dentro un plomo, o una bola de mayor densidad, que hace que pesen. Luego diremos por qué. Las anales, son huecas, y suelen ser de menor tamaño, salvo en el caso de las bolas unisex que son mayores que las vaginales, y los hombres las pueden usar de forma anal.


Lo que casi nadie sabe, es que las bolas chinas, de por sí, no producen orgasmos. Sirven para regenerar la vagina, aumentando la lubricación de forma natural y fortaleciendo los músculos. Y claro está, al rondar y golpear las paredes de la vagina, producen placer. Pero sólo unas bolas chinas del tipo unisex, que son más alargadas, más grandes y tienen dos plomos dentro, lo que les hace vibrar con más fuerza, pueden llegar a producir el orgasmo tanto en hombres como en mujeres, puesto que, al introducirlas analmente, presionarán la próstata y la estimularán.


Las bolas chinas, de por sí, son silenciosas. Por ello, muchas mujeres optan por llevarlas durante el día, ya que no son, además, nada incómodas. Son recomendadas para infecciones de orina (porque presionan la vejiga y eliminan las impurezas que pueda haber en las paredes y conductos de la misma), para la preparación al parto, porque ayudan a fortalecer los músculos y procura una lubricación natural, para la recuperación post-parto, porque regenera el tejido de la vagina, y, sobre todo, para mantener mejores relaciones sexuales, porque ayuda a controlar los músculos vaginales que, normalmente, no controlamos en el coito. Para ello, es necesario el peso del plomo, cuanto más pese, más ejercitaremos los músculos vaginales, dado que al ir rotando una sobre otra, tienes sensación de que se saldrán, y contraerás la boca de la vagina, ejercitándola y dándole, con el tiempo, mucha fuerza.


Esto es tan importante -y no puedo aguantarme el comentario cruel- que las niñas thailandesas que son obligadas a ejercer la prostitución con pederastas, son las que mejor dominan esta técnica que deriva de la contracción de los músculos vaginales: utilizan su vagina como una ventosa que atrapa al pene, y aceleran la eyaculación, para no alargar el trauma del coito.




Incluyo unas fotos de las bolas anales y vaginales sacadas de internet, porque de momento, solo tengo fotos generales de las vitrinas de la tienda y no se aprecian muy bien las bolas. Recordad que podeis buscar y/o comprar cualquiera de estos juguetes, de momento y hasta que abramos tienda virtual ¬¬ en amantis.net.








Tira de bolas anales. Bolas chinas vaginales.





También recordaros que he activado los comentarios para que podais comentar sin tener cuenta en blogger. Sí, es una indirecta para que comentéis.

martes, 30 de octubre de 2007

Mariposas. Publicado en la blog de Lucia Etxebarria.



Comparto la opinión de aquel chaval de la Sinfónica de Madrid que se pasó por el Sex hace unos meses. La culpa de que él y yo estemos solteros es de estos cachivaches: las mariposas.Ahora mismo, en stock, me quedan una rosa y tres verdes. No sé por qué, pero en temas de ortopedia, el rosa arrasa. En el último pedido, de hecho, encargamos 40 vibradores rosas porque los color carne dan yuyu, y los azules, blancos, etc, no se venden tan bien. Será por los clichés de la infancia, yo que sé.Como ya había comentado antes, el mecanismo es simple. Es una mariposa, tal cual, que lleva un arnés para adaptarse perfectamente, y la puedes llevar debajo de una braga/tanga/faja sin que se note. Eso si, el mando se ve porque lleva cablecito, de momento inalámbricos sólo tenemos huevos.Total, vamos a lo que interesa: la mariposa –con ojos y boquita sonriente y todo, muy mona- lleva unas 16 patitas que vibran a la velocidad que le des. Sé que hay otro tipo que incluso, como pasa con algunos vibradores anales y vaginales, va por pulsos. Es decir, tiene 5 o 7 velocidades distintas y la diferencia no es sólo de “más rápido” o “más lento” sino que, además, incluyen diferentes ritmos, que simulan un polvo, hablando claro. El pico de la boca de la mariposa coincide con el clítoris y la cola, con la boca de la vagina, y claro está, tanta vibración en el clítoris, lleva, irrevocablemente, a un orgasmo que parecen cinco, sobre todo cuando lo usas por primera vez y no sabes a lo que te expones.Hablemos del precio. En nuestra tienda: 49’90. No somos los más careros ni mucho menos. En Oviedo mismo, las venden en otro Sexshop por 65. Pero eso sí, si comparamos con lo que cuestan en fábrica (en Octubre Importación 2’20, pero en algunos sitios más baratas aún) son un auténtico robo. Pero bueno, la calidad se paga, y estas tonterías, hasta que empiecen a ser consideradas bienes de primera necesidad –que ya están tardando en hacer un Consejo de Ministros para aprobarlo- serán caras.Yo me comprometo, claro está, a hacer unas rebajas del 70% en cuanto abra mi propio Sex, que visto lo visto este último año y medio, será próximamente porque es un negociazo, y no solo en ventas, sino en cabinas, sala X, etc. Un auténtico filón.En fin, el caso es que, no sé por qué, los vibradores para clítoris son los que menos se venden. El típico pene de látex y lleno de venas es ponerlo en el estante y desaparecer. Arrasa. Y sin embargo, mariposas, vibradores de uña (que se colocan en el dedo, con un par de pilas de botón, y vibra uniformemente, pero sueltas y aprietas lo que quieres y más) o los minivibradores vaginales con lengüeta, se venden poquísimo. Y el porcentaje de mujeres que sólo pueden alcanzar el orgasmo clitorial es tremendo. Pero como la ignorancia hace mucho, te vienen buscando un pene que se mueva porque piensan que no pueden tener orgasmos porque el pene inmóvil de su marido/novio no funciona correctamente.Si me preguntas qué es lo que puede garantizar más placer, es, claramente, algo como esto. Pasando, claro está, por los de rotación vaginal y vibrador de clítoris. Pero estos no se venden 1) por el elevado precio que les meten (más de 70 euros) y 2) por lo aparatosos que parecen. Va de los 20 a los 30 cm, tiene las bolitas que rotan, que lo hace ancho, y además, parece que te tiene que encajar el chirri exactamente acoplado entre los dos. Sin embargo, al rotar el primero una y otra vez sobre el punto G y el conejo, hipopótamo, o lengua en el clítoris, está claro que es, por narices, el más efectivo. Pero a ellos les parece burraco llevarle como regalo una cosa tan complicada, y a ellas les parece una cosa muy complicada para esconder. Que no hemos llegado a admitir ciertas cosas aún por muy avanzad@s que nos creamos.
Es un asco pero no tengo foto mejor de la mariposa que esta que voy a poner y que no sé ni si se verá,




Bienvenidos.

Este blog nace únicamente como un divertimento. No soy sexóloga, ni nada que se le parezca, pero en calidad de encargada de Sexshop, y como tal, estoy en disposición de aconsejar, comentar y explicar cuantas cosas estén a mi alcance, desde el funcionamiento de diversos aparatos de ortopedia, juegos, y demás, hasta cómo organizar una despedida de soltera de forma económica, pasando, claro está, por el amplio espectro de la industria pornográfica.

Espero que, al menos, sirva para algo.