viernes, 25 de abril de 2008

Sant Jordi, por petición popular.

Yo no iba a Sant Jordi a firmar, sino a pasearme entre escritores y a conocer a Peñafiel. Pero, como habéis visto, al final acabe firmando más que paseandome. Bueno, no exactamente, porque recorrí Barcelona de cabo a rabo en sólo un dia, y con un estrés acojonante, pero eso es otra historia.Como ya ha dicho Jesús, podríamos hacer un videojuego de las andanzas de Menendez y Etxebarria de caseta en caseta en Sant Jordi, porque nos las pusieron una en cada esquina. Bueno, quiero recalcar que se las pusieron a ella, yo me aferré a su espalda cual niña mochila y me dejé llevar, algo que le agradeceré infinitamente a Laura (MR) y no hay rosas blancas que puedan bastar para tal fin. Qué poético.El día empezó -para mí- con una alarma de incendios a las nueve de la mañana que casi me mata de un infarto, porque creí que me moría de verdad, con la imagen de los bomberos de Huelva siendo atacados por mi padre en la retina. Mi padre no les pegaba cabezazos, sino muletazos, que es más suyo.A las 11 menos cuarto había quedado con Matea para ir a firmar, y ahí fuimos. Estaba Porta (¡¡¡Aaaaaah!!! ¡¡¡¡es Porta, tia!!!! ¡¡le voy a dar el tanga para que me lo firmeeee!!) y llegó Lucía, sedienta de red bull light, con el consiguiente mono que me entró cuando fui a comprarselo. Nos firmó y me fui a dar una vuelta con Mateilla por las románticas calles de Barcelona, pero, todo tiene su fin y Matea se fue, así que pasé al nivel dos: la casa del llibre.Cuando llegué, Laura me dijo que pasara y firmara yo también, y Lucía me dijo que sí, que así la acompañaba, así que ahí fui yo, boli bic en mano a firmar con todo mi glamour (si no lo habéis visto, lo del glamour es verdad, revista Glamour página 152). Tenía al lado a Eva Diaz, una chica supersimpática, que ha escrito un libro que parece chachi y que me compraré si algún dia tengo dinero. Al otro lado teniamos a Federrico Moccia (creo que se escribe así), el autor de 'perdona si te llamo amor' y por el que todas suspirais. Muy majete, pero yo no hablo italiano, el no habla castellano, así que hablé con Eva Diaz y con Lucía nada más. De allí nos fuimos al Disclub, en Rambla Catalunya, andando que estaba bastante cerquita, y nos habían puesto una mesa en la que antes habían estado los chicos del PAP, por poco no nos los encontramos. Ya teníamos cola allí. Lucía se fue al baño y me dejó allí firmando solita a una chica que me dijo que aunque no fuese Lucía me aceptaba igual. Creo recordar que era alguien del blog. Después firmamos a unas cuantas personas más, y sobre todo al chico de seguridad (que tenia pinta de todo menos de segurata) y que nos trajo como cinco libros para que le firmaramos a muchísima gente. Era muy majo también. Lucía siempre pregunta cuando le vas a dedicar el libro a algun amigo que qué tiene de especial, y él se rompía la cabeza para saber qué tenía de especial cada persona a la que se lo llevaba. Entonces Lucía se puso a pensar qué quería tomar, y le dijo: una clara, sí, creo que voy a pedir una clara, y el le contestó: ¿qué tiene de especial la clara? Vale, leído así no tiene mucha gracia, pero en aquel momento la tuvo, ¿vale?-Del Disclub nos fuimos a comer al hotel, en mi caso, pedí una excelente ensalada de calamares al aire de ajo y vinagre de módena sobre un lecho de verduras confitadas. Suena mejor en la carta que en el plato. El mismísimo director del hotel vino a decirles a las camareras que nos trataran bien, pero... Lucía tenía mucha prisa porque se quería ir a dormir, que la tarde prometía ser estresante y ya estaba cansada, y nos tardaron unos tres cuartos de hora en atender, en los que la amabilísima anfitriona me dio muchos consejos para la novela que pondré en marcha esta misma tarde.Cuando Lucía se fue a dormir, yo me bajé al centro a comprar una mochila porque estaba harta de cargar con la chaqueta -un puto dia de calor asfixiante y yo con chaqueta- y los dos libros, y después me tiré en un café a tomar un idem, subí, le compré dos rosas blancas a una gitana (ya sabeis, nunca le rechazo flores a una gitana por si acaso) y se las llevé a Laura y Lucía, una para cada una por hacerme cumplir un sueño y por tratarme tan bien. Laura me había dicho: disfruta hoy, porque quizá nunca tengas la oportunidad de volver a vivir un Sant Jordi desde dentro. Yo aún no lo sabía, pero más tarde la euforia de firmar libros se transformaría en cansancio y en tendiditis.Llegué a la caseta con Lucia boli y libros en mano y vi con total admiración que a mi lado estaría Valerie Tasso, mujer que me encanta en sus colaboraciones en Espejo Público y a la que dije, con total prepotencia: tú y yo escribimos en la misma revista, y me miró con unos ojitos de "mirala que mona" que me hizo sentir menos prepotente. Por cierto, en toda la hora sólo firmó un libro. También estaba Jorge Lorenzo (ver foto en el album Sant Jordi) que no firmó ningún libro pero se hizo mil fotos con mil personas.
Eso sí, pudo disfrutar de la anécdota de la jornada, de la que ya ha hablado Lucía en la blog pero muy brevemente: llegó una mujer y se puso a llorar y a decirle a Lucía que le había salvado la vida y que era lo mejor que le había pasado nunca. Daba un poco de miedo. A ver. yo entiendo que hay libros que lees y parece que te sirven de mucho, pero no sé... yo no me he puesto a llorar ni con Bustamante, así que supongo que no lo entiendo mucho por eso, pero de ahí a dar el espectáculo lacrimógeno de qué sería mi vida sin ti... nos puso un pelín nerviosas, sobre todo a Lucía que intentaba tranquilizarla, pero el contacto físico (mano con mano) a la mujer la ponía más sensible aún. Pobreta. Espero que a la jefa no le parezca mal que cuente esto, pero es que a mi me impactó mucho, de hecho le pregunté si esto pasaba a menudo, porque si a mi un dia me pasa algo así creo que me da un ataque de ansiedad.
Bueno, de allí nos fuimos a la odisea. Es decir, intentar coger un taxi a las 6 de la tarde un Sant Jordi que coincide con un Barça - Manchester para estar en mínimo cinco minutos en Diagonal. Entre tanto apareció Jacob, decepcionado con Berto (el sobrino de Buenafuente) porque no les había hecho ni el más mínimo caso. He de decir que las colas más largas (de gente, digo) eran las de Ruiz Zafón -obvio, pero inentendible... todo el mundo llevaba el libro de Zafón y otro que a lo mejor no tenia nada que ver-, Isabel Allende (muy obvio), el pobre Noah Gordon, que digo pobre porque tenía artritis y no podía firmar, y los mediáticos: Risto Mejide, Peñafiel y Boris. A Boris lo meto en mediático y no en escritor porque la gente iba a verle por ser Boris, no por su novela.
En Diagonal coincidimos con estos dos últimos, Peñafiel y Boris y yo flipé un poco porque era lo contrario a lo que creía: Peñafiel majísimo y Boris un borde de cuidao. Firmamos poquito allí, pero al menos teníamos al lado a Jesús Monteserín que fue muy majo, y además nos regalaron dos bolis chulísimos. Eso sí, una vez terminada al firma comienza la odisea, y al final no nos pudimos quedar a esperar a Sanchez Dragó que llegaba a las 8, justo cuando nosotras teníamos que estar una vez más en la otra punta de Barcelona.
Camino de esa otra punta (libreria la Central) y metidas en un taxi que avanzaba 10 metros por minuto gracias a un hooligan con coma etílico tirado en medio de Barcelona y el resto del tráfico, nos llama Cris Carmona (del blog) y nos dice que nos han cambiado el sitio. Nunca habíamos visto a Laura enfadada, e impresiona un montón. Llama y encima le dicen con chulería que ya nos lo habían dicho, y, claro, no nos habían dicho nada. El pobre taxista espera pacientemente a ver a dónde tenemos que ir, y nos indica, con más buena voluntad que acierto, pero cuando pensabamos que estabamos perdidas y moririamos de inanición en medio de la hermosa ciudad que se había vuelto hostil de repente, Cris nos vuelve a rescatar y tranquilizar: estamos cerca.
Paaaara allá nos vamos, y vemos que esa última caseta se ha convertido en el rincón fan. Allí hay gente que conocemos, y gente que nos hará olvidar un momento el cansancio y el estres. Yo engancho a Jesu por banda mientras me olvido de firmar, más que nada porque tampoco me habían dado boli, hasta que una hermosa mujer con acento francés me da dos bolis a falta de uno. Quiero casarme con ella, pero no puedo, porque tengo que firmar, así que cojo un libro mientras Lucía habla por teléfono y me dice la chica: es para Poppy. ¡Es Poppy! ¡Por fin voy a firmarle un libro a alquien que conozco y sé qué poner! Después me rio un rato con su madre cuando dice 'soy la madre de esa que llamais Poppy, pero yo llamo María' me encantó. Y de repente aparecen dos chicos asturianos, uno me pide foto, me cuenta dónde vive, dónde viven sus padres, que ha venido con un amigo también asturiano... y empiezan a bromear con Lucía, que entra al juego. Madre mía, y eso que estabamos rotas, creo que el colegueo nos pudo. Después nos hicimos fotos todos juntos, que tenéis en el blog de criscarmona, y nos despedimos. Lucía camino del hotel para ir después a la fiesta de Planeta a la que yo no fui y me arrepiento, pero qué se le va a hacer. Ya harán fiestas en mi honor cuando destrone a Ruiz Zafón o a Risto Mejide.

Una cosita mas: ¡un saludo muy especial a Begoña, colaboradora del blog, que fue el ultimo libro que firmé, y que no le pude hacer mucho caso porque tenía que irme pitando al Zurich que había quedado con una chica a las siete y eran las nueve y pico! No sabes lo bien que le sienta a una que la reconozcan y le digan que la leen. Un besazo.

9 comentarios:

judith dijo...

Andrea,me invito de verdad a la tal fiesta Planeta por tu novela.
Anda, tu le vaux bien!
Gracia, guapa, es un placer leerte.
Besos, judith;

No sólo sexo dijo...

gracias a ti por pasarte!
un besito

criscarmona dijo...

jejejeje
las fotos te las cedo sin problema alguno ;)
Buenisima la cronica jejeje
Espero que nos veamos más veces eh!!!
Me hubiera gustado bajar al Zurich a tomar algo con vosotros.
Cuando quieras, que sepas que tienes casa en Barcelona.

Besitos!!!!!!!!!!
Y besitos de parte de Paula jejeje-

KaTchoo dijo...

Debió de ser emocionante ... gracias por ese saludo, ya me hubiera gustado llegar antes, pero entre el curro y que primero os busque en Rambla Catalunya ... pero por lo menos llegue xDDDDDD

No sólo sexo dijo...

pero si nosotras llegamos a menos diez! fue un desastre la organización, los del departamento comercial podian haberse esforzado un poquito y poner el orden de las casetas un poco más lógico

cris! muchas gracias por todo, a ver si vuelvo pronto, o al menos que no pasen dos años como la ultima vez

criscarmona dijo...

te tomo la palabra!!

Te agregue al messenger!
Yo siempre lo tengo encendido.

Jesús dijo...

Por fin llegué a tiempo en un Sant Jordi.
Y valió la pena, porque valió la pena (Marc Anthony xDD)
Que guay todo!!
Gracias!!

Irela Perea dijo...

En todas las fotos tienes una risa preciosa. Es verdad que la foto seriota de lqlns no te hace justicia.
Ojalá coincidamos otro Sant Jordi!
Ánimo con la novela.
Y si invitas a Judith a la cena del Planeta, yo también quiero ir.
O nos peleamos las dos y nos tiramos de los pelos

Anónimo dijo...

Noah Gordon, Friend of Spain