Despedidas de soltera

En la Sexologies de este mes (con la que regalan unas bolas anales rosas monísimas) sale un artículo mío sobre las despedidas de soltera que aquí os va.
Por cierto, no quiero matar a nadie por ello ni mirar mal eternamente ni nada de eso, pero es "Faya".

Organizar una despedida de soltera es fácil –y económico-si sabes cómo. Aquí te daremos algunos trucos para no dejarte la paga de tres meses en la fiesta que tu mejor amiga se merece.

Con el buen tiempo se acerca la fecha marcada a fuego en el calendario de toda buena mejor amiga: la boda de Elisabeth, Claudia, Beatriz... Pero, ¿cómo organizar la despedida con la que todas soñamos sin gastarnos una fortuna? ¿Dónde encontrar un buen streaper? ¿Cuál es el mejor regalo? ¿Y el más pícaro? Hay una serie de pasos que no debes olvidar a la hora de organizarte tú y organizar al resto de amigas, vamos con los básicos:

Busca un buen número de amigas. Cuantas más seáis menos dinero tendréis que gastaros, y mejor lo pasaréis en la fiesta. Si sois menos de diez no os conviene organizarla por vuestra cuenta sino ir a algún sitio que tenga espectáculos contratados con la cena, y que será caro, pero no tanto como os saldría si os arriesgaseis a hacerlo vosotras. Si sois más de diez ya podéis empezar a repartir tareas de organización, lo primero, el lugar donde celebraréis la despedida

Si lo que queréis es pegaros un buen fiestón por vuestra cuenta, sin nadie que venga a gorronear ni a molestar, podéis buscar algún local de alquiler para fiestas, o, si a alguna de vosotras no le importa la limpieza del día después, en vuestra propia casa. Os ahorraréis el dinero de las copas de bar en bar y el qué me pongo, pero tendréis que pagarle un plus al streaper en concepto de taxi de ida y vuelta (misteriosamente un taxi que suele costar unos 50/100 euros más). Si vais a lo clásico –salir, emborracharos, ir todas disfrazadas por la calle sin sentido alguno del ridículo porque es una noche especial- aseguraos bien de que en el sitio donde cenéis admitan fiestas de este tipo y asuman que llevaréis una compañía masculina (o femenina) muy interesante. Preguntad también si podéis llevar postre casero, y así aprovecháis para pasaros por alguna confitería en la que os preparen una buena tarta erótica de chocolate rellena de leche condensada a presión, en muchos sexshops ya las tenemos.

Una vez reservado y preparado el campo de juego, es hora de encontrar el mejor espectáculo, o el que más se ajuste a lo que buscáis. Podemos estar hablando de un gogó despampanante con movimientos hipnóticos y un no menos hipnótico cuerpo, o de un chaval guapo con cuerpo trabajado y requetetrabajado en el gimnasio que se mueva poco y os cobre bastante menos. Y también se lleva mucho ahora contratar espectáculos cómicos (transformismo, streeapers , etc) para las más tímidas que os piden por favor, por lo que más queráis, que no le hagáis pasar el ridículo del boy. En cualquier caso, la tarifa ronda los 150 o 200 euros por un espectáculo de media hora, que, si bien hemos dicho que sois diez o más, os quedan en unos 15 o 20 euros cada una. Regalado.

¿Y una despedida de soltera es algo sin sus bandas, sus sombreros fálicos, sus pajitas no menos calenturientas? ¡No! ¡Es una excursión de colegio de monjas! Si alguna dice que ella eso no se lo pone, es tan sencillo como decirle que tampoco ve al streaper, ni bebe, ni tira el arroz. Todas vais a pasar el trago de ir por la calle con unas antenitas acabadas en polla y una banda que ponga: despedida calentorra, o algo parecido. El gusto es de cada una, lo mejor es que os organicéis para ir a alguna tienda erótica y decidáis qué poneros. Por unos 17 euros (cada una) tendréis banda, sombrero y algún otro complemento que decidáis.

Y para completar el billete, con tres euros más cada una podéis completar un buen regalo. Suponiendo que sois diez, y por tanto tenéis treinta euros más, le podéis regalar un látigo y unas esposas –lo más recurrente- para la noche de bodas, o incluso un buen vibrador de látex que hará sus delicias cuando el inocente marido no esté en casa, o qué carajo, cuando esté con ella en la cama; o algún conjunto de lencería para esa noche tan esperada.

Nos hemos gastado unos cuarenta y cinco euros cada una, siendo diez. Recordad, cuantas más seáis, menos tendréis que gastar y mejor os lo pasaréis. Invitad a la madre de la novia, a la madre del novio, a las abuelas –¡también tienen derecho!- a quien sea. Mayores de edad, por favor, hay espectáculos que pueden herir sensibilidades... o aumentarlas.